Tenía claro que este mazo tuviera en sus cartas de personas (Jinete, Dama y Caballero) un saborcillo francés clásico, así como que todo el mazo tuviera cierto aspecto envejecido.
Estudiar la época que quieres que refleje es fundamental, sobre todo para que aquellas cartas que sean más neutras conserven el mismo discurso y no desentonen cuando se extiendan o se desarrolle el Gran Tablero.
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Las vestimentas reflejan su época. Grabado sobre vestimenta española del siglo XVI Fuente: Bibliothèque nationale de France, département Estampes et photographie |
Una vez he definido el tamaño y forma de la carta, así como la gama cromática que voy a emplear en todo el mazo, llega el momento de diseñar las imágenes, el palo (Corazones, Picas, Tréboles y Diamantes) y la tipología de texto.
Cuando todo esto está, llega el momento de componer cada carta. En mi caso, no lo hago de una en una, sino que trabajo con varias a la vez para que conserven el mismo lenguaje cromático y de aspecto.
El paso siguiente es fotografiar y editar por ordenador. Seleccionar la posición de cada uno de los elementos, componer cada carta y hacer lo que llamo una “pre-maquetación”, que es una composición previa para hacer las pruebas de color y las correcciones oportunas, antes de maquetar definitivamente para que me lo impriman en el taller local.
Una vez impreso el primer mazo, el siguiente paso es fabricar la caja a medida de ese mazo y los siguientes. Eso os lo contaré en otra entrada.
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