Se dice que para gustos están los colores, y en esta labor de diseñar mazos de forma artesanal ocurre lo mismo.
No es lo mismo diseñar una imagen de la nada, por placer o porque tiene que ser la imagen o logo de algo concreto, que diseñar algo nuevo sobre una idea que existe de siglos atrás. Es entonces cuando tienes que decidir entre varias cosas:
Innovar y hacer algo diferente que contenga la esencia.
Transgredir, y que prime la estética frente la esencia.
Respetar y restaurar, limpiando, rescatando e incluso construyendo partes que faltan fruto del deterioro del paso del tiempo y el uso.
Carta del Jinete de AZ Concept Lenormand |
Todo depende de lo que se quiera conseguir. Mi forma de diseñar o restaurar mazos está basada en descubrir las simbologías originales y tratar de ver porqué se representaban unas cosas o símbolos y no otros. En mi mente está que esos mazos se emplearán para la cartomancia.
Leer con un mazo rico en detalles y que contiene la carga simbólica de origen, es un auténtico placer para cualquier lector de cartas. Con los avances tecnológicos hemos ganado en técnicas de reproducción, pero se ha diluido gran parte de su esencia.
Imagen de carta antigua deteriorada |
Me he topado con mazos muy hermosos, bellísimos en cuanto a diseño, color, e incluso temática, pero a los que les falta contenido de fondo.
Los programas de diseño, son ahora, auténticas máquinas de tiempo. Te permiten hacer cambios tanto de trazado como de mancha de color, sin tener que reproducir toda la lámina de nuevo, porque has pensado en el último momento que la manga estará mejor en verde que en rojo.
Se ahorra tiempo pero hay que reconocer que se pierde en frescura. Utilizo los programas que tengo a mi alcance para editar, pero no para dibujar.
El proceso que sigo está basado en dibujar a mano, hacer pruebas de color con tintas o acuarelas, y luego editar con medios informáticos, sobre todo porque en imprenta puedo sacar varios mazos a la vez, sin tener que hacer de forma manual uno por uno.
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